Los
acontecimientos narrados datan del
verano de 1889, cuando Watson quien recientemente se había casado, ejercía su
profesión de médico cerca a la estación de ferrocarril de Paddington. Ese dia
llego un paciente joven de rostro de aprox 25 años, enérgico y varonil pero tan pálido como un muerto, llamado Victor Hatherley, que llevaba su mano
envuelta en un pañuelo manchado de sangre. El paciente matutino manifestó haber
sufrido un accidente durante la noche y fue a visitarle a Watson a fin de ser
curado antes de ir a la policía. El visitante matutino en ese momento sufrio de
una risa histérica , pues se echo a reir incontrolablemente cuando expreso la
noche anterior no tenia nada de monótona.
Luego
de calmarse, el paciente matutino le mostro su mano en el cual le habían
cercenado el dedo pulgar la noche anterior, mientras supuestamente estaba
desempeñando un trabajo que consistía en revisar una prensa hidráulica que se
había estropeado.
El
visitante matutino, manifestó su espantosa herida no era producto de un
accidente sino de un acto criminal, dijo que a no ser por su contundente herida
la policía no daría crédito a sus declaraciones, y que tampoco tenia como
probar o respaldar los hechos y que las
pistas que el puede dar son tan imprecisas que difícilmente podrían hacerle
justicia, allí Watson se dio cuenta que se trataba de un problema difícil de
resolver, por eso le recomendó hablara primero con Sherlock Holmes, y el mismo
se ofreció a acompañarlo.
Cuando
llegaron a la oficina de Holmes, lo encontraron haraganeando y fumando su
pipa habitual antes del desayuno, tal
como Watson se había imaginado. Holmes rápidamente advirtió se trataba de un
caso extraordinario con solo observar al señor Víctor Hatherley.
El visitante empezó a contar que era huérfano, soltero, vivía solo en su apartamento de Londres, que era ingeniero hidráulico, y que actualmente se había independizado alquilando su despacho en Victoria Street. Menciono estaba ejerciendo su profesión independientemente los 2 últimos años, y apenas había tenido 3 consultas y un trabajo de poca monta, siendo sus ingresos brutos a 27 libras y 3 chelines, y asi estaba desanimado pensando que nunca tendría clientes, sin embargo la noche anterior justo cuando se disponía dejar su oficina recibió la visita de un cliente de nombre Coronel Lysander Stark, era un hombre alto y extremadamente delgado , de cara afilada , mirada brillante, firme porte de aprox 40 años, de acento alemán
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